CILDO MEIRELES & VARIOUS ARTISTS
La geografía del arte nos ha invitado recientemente en Italia, a un evento propio de una alineación de planetas: la reunión de un número indeterminado de artistas sobre quienes, por el momento, y sin saber cuántos son exactamente, conocemos el nombre de Cildo Meireles. “Cildo Meireles & Various Artists”, así se anunciaba la exposición en la Galleria Continua, ubicada en un teatro que se esconde en el tejido urbano de la ciudad –monumento de San Giminiano, en el corazón de la Toscana. La exposición es amplia y recoge obras del citado Meireles y de Various Artists. Aunque no por firmar sus obras colectivamente como Various… son anónimos. Todos ellos tienen nombre, fecha de nacimiento y sus obras son consistentes y obedecen a lógicas internas diferentes: tienen sentido. Meireles y los integrantes de Various … pertenecen a generaciones distintas, y sus vocabularios artísticos, los materiales y las técnicas que emplean no parecen relacionarlos entre sí. El estilo ha dejado de ser algo que identifique a un artista. Quizá, al final de este relato sabremos qué les relaciona.
Al traspasar el umbral de la puerta nos encontramos con el primer conjunto de esculturas de Various Artists, en una sucesión que nos llevará a lo que fuera la platea y escenario del teatro donde se encuentran la mayor parte de las obras. La exposición se va desgranando a través deespacios que pertenecieron otrora a la lógica del espectáculo, de la ilusión y las emociones. Recorremos ahora esos lugares donde encontramos artefactos de otra naturaleza, que continúan contándonos historias. (Este primer grupo de esculturas a la entrada de la galería combina el anonimato de los utensilios de transporte para la producción audiovisual, las actuaciones musicales o de teatro, las denominadas “flight cases” con la disposición de perlas que han sufrido un proceso de pérdida y enriquecimiento sucesivo. Pérdida porque han sido ingeridas por el artista y han pasado el proceso digestivo hasta su evacuación, enriqueciendo por lo tanto el organismo del artista en cuestión, cuyo cuerpo ha adquirido las sustancias que se han desprendido de tal viaje intestinal. Nada visualmente nos informa de este trámite: nos encontramos ante la fría exposición de objetos preciosos encima de objetos banales, con referencias a procesos de transformación alimenticia que volverán a aparecer más tarde en otra obra en la exposición. nn.Pearl (2015) es un conjunto de obras queutilizan perlas como material principal pero que sitúan la supuesta belleza de lo exiguo en tensión con lo desechable de este mundo. La muestra continua en el balcón del teatro donde otro grupo de obras nos remite asimismo a los emblemas que detentan la belleza –los bustos sin cabeza en los que habitualmente las joyerías exhiben los collares de perlas–, y cuyas bases han sido paulatinamente invadidas por chicles masticados. Los chicles masticados son una digestión frustrada, un alimento negado. En el aeropuerto de Schiphol, en Ámsterdam, es imposible comprar chicles:” Cuesta mucho dinero limpiarlos y nadie es adicto a ellos” nos dicen los vendedores de caramelos. Lo bello que distingue –las joyas– y lo repelente e incómodo, se han casado momentáneamente. Del balcón, nos asomamos a la platea y al escenario del teatro donde descubrimos dos instalaciones de Cildo Meirelees.
El trabajo de Meireles es sensacional: actúa sobre los sentidos y produce una fuerte impresión física que, a su vez, cuestiona los ejercicios de la razón. En la instalación KU KKA KA KKA (1990-1999) dos grandes pabellones de cristal de idéntico tamaño albergan dos suertes de graderíos en los que alternan pequeñas macetas con flores amarillas y rojas. Entre ellas que podemos ver también orinales que contienen excrementos. Ningunadiferencia visible distingue un pabellón del otro, ni del exterior ni del interior. Nos encontramos ante una gran disyuntiva, que me hace recordar la paradoja del asno de Buridán, quien no pudiendo elegir entre dos balas de paja de idéntica apariencia, se muere de hambre. La paradoja del asno de Buridán reducía al absurdo un argumento filosófico sobre la racionalidad y la fe en el siglo XIV. En el siglo XXI, y en el interior de una galería de arte, no nos detenemos ante paradoja racional alguna y entramos en uno de los pabellones. Si tenemos suerte, apreciaremos un suave perfume floral. Si, por el contrario, entramos en el otro pabellón, nos veremos de inmediato envueltos por un potente olor a excremento que nos expulsará del lugar. Meireles ha insistido en numerosas ocasiones en que la historia del arte que se ha escrito hasta ahora es una historia pensada desde y para el ojo; es una narración de las condiciones y calidades visuales que son celebradas hasta la eclosión, en la segunda mitad del siglo XX, de la segunda generación de vanguardias. Marcel Duchamp, a principios del siglo pasado ya denunció la mayor parte de la pintura producida en su tiempo por ser “puramente retiniana”. La segunda generación de vanguardias dinamitará el papel dominante del ojo como receptor privilegiado del arte y empezarán a ser convocados otros sentidos para ser incluidos en la experiencia del arte. Las obras de Meireles con mucha frecuencia apelan al sentido del tacto para detectar no sólo calidades “epidérmicas” de las obras (lo rugoso, lo liso, lo frío, lo caliente, …) sino también para detectar pesos diferentes, que equivalen a densidades diferentes de los objetos o los materiales, ambas condiciones imperceptibles para el ojo. El olor o el sabor tampoco se pueden detectar a través del “órgano rey” de nuestro aparato perceptivo. Dotar al espectador de un cuerpo, más allá del ojo, dotarle de piel, de oído, olfato, sexo y peso es una de las aportaciones que las vanguardias, sobre todo las periféricas, imprimieron al arte global.
EnChove Chuva (1995-1997) Meireles recrea la sensación de estar inmerso en una lluvia torrencial en la que la caída del agua nos envuelve por los cuatro costados. Por medio de proyecciones de vídeo que delimitan un espacio concreto y del sonido de la caída de las gotas de agua, nos encontramos dentro del diluvio. De nuevo, el uso del sentido del tacto va a ser determinante, pero no a través de las privilegiadas yemas de los dedos, donde tenemos las terminaciones nerviosas más sensibles, sino a través de los pies. El suelo del perímetro de la instalación está formado por cojines de agua sobre los cuales nos cuesta mantener el equilibrio. No sólo estamos rodeados por agua que cae a nuestro alrededor, nos mantenemos sobre una base inestable de agua, como si flotáramos. La sensación del tacto nos transmite inestabilidad, nos obliga a tensar los músculos de nuestras piernas y a buscar equilibrios inexistentes en tierra firme. En “A Través” (1983-1989) obtenemos una sensación similar al andar sobre cristales rotos, con el agravante del peligro potencial de una caída.
El la parte posterior del escenario, un espacio donde los actores esperarían para entrar en escena alberga dos galerías contiguas. En la primera una selección de dibujos de VA ocupa las paredes. En la segunda, encontramos una de las obras más complejas y fascinantes de VA. Googolplex es un intento de representar lo irrepresentable. El número Googol (no confundir con el buscador de internet) no es infinito pero se necesitaría más de una humanidad para escribirlo. Es como la paradoja Aquiles y la tortuga, que formuló Zenón de Elea, pero al revés. En la mayoría de las Paradojas de Zenón, lo infinitamente pequeño es capaz de “detener” el mundo. El resultado de incontables divisiones paraliza el movimiento. Googolplex acelera el mundo y lo hace incoloro. La obra es una compleja instalación que se convierte en un monumento a la mesura, la capacidad de medir. Es una celebración del dato numérico y a sus traducciones, a sus cambios de género, a sus disfraces, al carnaval de lo que en la era digital se denomina quizá “big data” y que no es más que un enorme conglomerado de números. En la instalación no hay ni un solo dígito. Vemos manojos de lápices, cables tensados de pared a pared, vitrinas y dibujos. De VA conocemos el gusto por la estética de la comunicación corporativa y el lenguaje visual del mundo de los conglomerados empresariales que, más allá de gobiernos o instancias públicas, modelan el mundo en el que vivimos. El color de Googolplex es un elegante color grafito, con tonos metalizados, que contrasta con la blancura del cubo blanco del arte. Googolplex es una obra de teatro sin palabras, una capilla laica que celebra la abstracción de los números, que se convierten en protagonistas por ausencia.
Normalmente esperamos de los textos introductorios a la obra de los artistas, que el autor o los autores arrojen luz sobre la compleja red de motivaciones, influencias o afluencias que “explicarán” las decisiones tomadas. Intentaré explicarme a mí mismo lo que imagino podría ser de interés para otros y lo haré “en abierto”, a la vista de todos, aún a riesgo de que ello me caracterice más como un cómplice que como un observador imparcial. Tantos años de relación con artistas me han ido enseñando que, donde el ojo crítico no llega a entrar, el poder de la imaginación debe ser capaz de esclarecer las apariencias, a veces enigmáticas, que con frecuencia adopta el arte. Yo estuve en San Giminiano ylo vi todo con mis propios ojos. Llegué a acariciar, sin que nadie me viera, alguno de los objetos. Dejé huellas en las vitrinas… Oí las conversaciones y los comentarios. Durante un tiempo fue real. Hoy, desde la otra punta del mundo, reflexiono en voz alta, sobre la naturaleza de la colaboración, sobre las condiciones del anonimato, las consecuencias de la dispersión –“fragmentación” lo llama VA en algún momento– o sobre el devenir del arte de nuestro tiempo. Lo hago mediante el ejercicio de la memoria, que contrasto con los mensajes que me entregó VA. Más que explicar, estos texto tejen significados que van envolviendo cada conjunto de obras y se constituyen en ejemplos de un nuevo género literario en el arte: la ficción del artista. Una vez le oí decir al artista norteamericano Ed Ruscha “el arte existe también en tu cabeza”. La obra de Meireles parece querer contradecir esta afirmación. El brasileño parece decirnos “el arte existe en tu piel”. VA nos dice “el arte existe donde tú quieres que exista”. Para ello, diversifica los formatos y las combinatorias de sentido, para dispersar ese emplazamiento donde el arte resida, donde se dé, o donde lo experimentemos nosotros. En el fondo, VA también nos dice algo que el filósofo francés Jean-Louis Schaeffer formuló a finales del siglo XX: “la estética no es una propiedad de los objetos sino una dimensión de nuestro comportamiento”. Efectivamente, el arte existe donde nosotros queremos que exista.
Tengo la sensación que VA es una respuesta expansiva a la pregunta ¿cómo hacer arte hoy? “Hoy” es el paso del siglo XX al siglo XXI, muchos años, en los que nos toca ser testigos de cambios profundos, invenciones y catástrofes humanas y naturales, que no son más que otro nivel de evolución tecnológica y de burocracia. El concepto de evolución es muy moderno. En su sentido biológico, Darwin lo inscribió en nuestra cultura como el mejor invento de Dios. Ese mejor invento no puede ser el hombre, que es dañino para sí mismo y para el planeta. Una noción más cercana a nosotros del concepto de evolución es la de progreso. En nombre del progreso se han cometido desmanes indescriptibles. Ahora la ciencia ficción nos continúa ayudando a imaginar la bestialidad humana, que siempre va unida al genio excelso y las mejores intenciones. Água Com Gás (2012-2015) es una obra de VA que escenifica precisamente cómo la idea de progreso es frágil y su identidad cambia con el tiempo. O cómo la idea de progreso difiere cuando es producida por diferentes grupos, en diferentes geografías. Chernóbil no previó Fukushima. Agua Con Gaz presenta una serie de vitrinas-pecera en las cuales encontramos bonsáis de olivo sumergidos en agua. Vemos cadáveres en formol. Vemos naturaleza muerta. Ahogada. Durante los años sesenta se construyeron numerosas presas en el sur de España y Portugal, con el objetivo de aprovechar los nuevos saltos de agua para generar electricidad, la energía del momento. La crisis del petróleo de 1973 sumió al mundo occidental en una importante recesión económica y todavía recuerdo la publicidad institucional de esos años: “Ahorre energía. Aunque usted pueda pagarla, el país no puede”. Agua Con Gaz es un monumento a la evolución … de las ideas éticas, de lo que está bien y lo que está mal. Si la religión nos impone la idea de que esos valores son inmutables, el arte nos dice que son positivos, que evolucionan y mutan. La globalización nos ha enseñado que no sólo son “time specific” sino también “place-specific”…
Cildo Meireles es un artista cuya obra ha ampliado considerablemente el vocabulario y la gramática de la comunicación humana. Más allá de la estética de lo bello, su trabajo ha evolucionado desde los problemas de la forma y la percepción visual hacia una investigación en torno a las difíciles confluencias entre el mundo de lo sensible y el de las ideas. Más de cuarenta años de práctica le identifican como una de las voces que mejor han expresado la extrañeza, las tensiones y las necesidades de la relación entre individuo, comunidad, símbolos y entorno. Además de las obras mencionadas antes, en laexposición de San Giminiano, Meireles nos ofrece un conjunto de “Espacios Virtuales”, reconstruidos en una vivienda privada cercana a la galería. Se trata de un grupo de obras concebidas a principios de los años setenta, que no fueron todas ejecutadas en su momento, ya que Meireles descubrió la similitud de sus propuestas con el trabajo del artista estadounidense Fred Sandback. “Espacios Virtuales” son definiciones geométricas de volúmenes en las tres dimensiones del espacio euclidiano por medio de hilos de algodón o lana tensados entre sí. Por una parte, podrían recordarnos a las variaciones geométricas que el arte minimalista de los años sesenta había puesto de moda, pero Meireles proviene de un contexto en el que asistió a la corporeización de la forma abstracta, a la mundanización de la geometría. El impacto del arte concreto y las elaboraciones del espacio moderno en la cultura brasileña de la segunda mitad del siglo XX, en manos de artistas cono Helio Oiticica, Lygia, Clarck o Lygia Pape, o arquitectos como Lina Bo Bardi … entre otros llevaron a artistas y creadores ahacer que la tabula rasa de la vanguardia europea diera luz a formas de interacción humana que incluyeran los ritos y la irracionalidad de tradiciones híbridas salidas de choques culturales, lingüísticos y genéticos de profundo calado. Paisajes y selvas que son –o eran—monumentos de la vida salvaje convivían ya con grandes proyectos urbanos, expresados de manera impecable por la ciudad administrativa de Brasilia, cuya motivación utópica, típicamente moderna, contenía la semilla de su propio fracaso. El desarrollo industrial de Brasil consolidaba una sociedad que se vería inmersa en una de las dictaduras militares sudamericanas más represoras. La obra de Meireles ofrece registros aparentemente incongruentes. Pero la cultura brasileña es un ejemplo vivo de cómolo incongruente es una invención occidental, colonial, para apartar lo otro, al otro, de manera lógica, cartesiana. Las categorías de posibilidad o probabilidad y sus contrarios son construidas culturalmente y la globalización, la sobreexposición de todos los acontecimientos no es sino una prueba de ello. Así, la forma abstracta puede vehicular contenido político, el lenguaje es poesía antes que comunicación funcional, y el sujeto pertenece al grupo y al lugar al mismo tiempo que es universal.
¿Hay un vínculo de filiación entre la obra de Cildo Melreles y la de Various Artists? ¿Qué nos dice la exposición conjunta de tan variopintos autores? A primera vista, no hay signos de continuidad generacional. Pero tengo la intuición de que varios elementos en la obra del primero, pueden ser útiles para apreciar las obras de los segundos.
De Various Artists sabemos, como se nos informa en su biografía, que es un grupo formado, hasta ahora por 24 diferentes personas, o personalidades, que gravitan todos en torno a, o en el interior de, Trudo Engels. Quien dicen desapareció en torno a la mitad de los años noventa. Todos ellos tienen una identidad definida y han participado en la ya densa biografía artística del grupo. Cada uno de ellos tiene un área de especialización artística que se corresponde con géneros artísticos de nuestro tiempo, desde las instalaciones multi-media a los trabajos “archivísticos”, las propuestas conceptuales o las obras sonoras. De lejos, podrían parecer un movimiento de vanguardia de principios del siglo XX. De cerca, son todos artistas de nuestro tiempo en busca de un lugar en el sistema. O quizá no. Quizá, Various Artists es un ejercicio de resistencia anti sistema. Intento explicar mi duda: todos los miembros de Various Artists tienen una biografía de artista y un perfil fácilmente detectable; un área práctica en la que son excelentes o se han especializado. Sólo les falta una cosa: por su condición de colectivo, no se les conocen exposiciones individuales. No conocemos sus caras, no hemos tocado sus cuerpos, no hemos oído sus voces. Sólo tenemos sus obras. Por sus obras los conoceréis… Su identidad, su personalidad, depende del grupo. Y como se nos informa, “Within Various Artists, several forms of collaboration coexist. Most of the activity is concentrated around practicing duets, where a primary actor is combined with a secondary player. A thematic, or a skill is provided by the former, and can be repeated until exhaustion”. Los duetos pueden transformarse fácilmente en duelos y lo que se iniciaba como una colaboración puede acabar en competición. Pero en Various Artists son productivos. Importa cómo y en qué acaban las cosas; importan las obras. Lo demás es biografía y ficción.
Y es en las obras donde intuyo que Various Artists es, en el fondo, una gran empresa dedicada a escapar de las convenciones y los determinismos de un sistema que antes era un mundo. Lo que hoy es el sistema del arte –y que en China llaman “la industria” del arte—hace poco se denominaba el mundo del arte y tenía dimensiones reducidas (casi iba a decir “humanas”…) y estaba formado por artesanos. Hoy el sistema, o “la industria”, es global y está pobladode especialistas: es una cadena de montaje en la que los productos son elaborados por numerosos actores, interventores, intermediarios, productores, comunicadores, … quienes intervienen más o menos todos ellos en la confección de alguno de los aspectos de toda obra de arte que sea exitosa. Un dato de innegable importancia: Various Artists rechaza el estilo comoelemento que le proporcione identidad mediática, comercial y social. Al ver sus obras –y ello queda muy claro en la exposición que nos ocupa ahora—, no podemos pensar en una mente directora o en un programa compartido. Cada cual actúa como una voluntad diferente y autónoma.
“In the case of Various Artist, fragmentation means to allow practices, Works, ideas to develop independently, and being confronted, or united in an appropriate setting over a long term period of time”.